lunes, 30 de agosto de 2010

genetica de los burros ,mulas y caballos


La mula hembra y el mulo macho son producto del cruzamiento entre una yegua y un burro (en Argentina al burro padre lo denominamos garañón). Cuando cruzas una burra con un padrillo (caballo macho), obtienes un BURDÉGANO hembra o un burdégano macho). Tanto las mulas como los burdéganos son estériles. Las hembras rara vez desarrollan folículos en sus ovarios. Los machos pocas veces producen espermatozoides y, cuando lo hacen, éstos son defectuosos o sin vitalidad. Ni los burdéganos ni los mulares dan cría entre sí ni con sus progenitores (burros o caballos). Tanto los caballos como los burros pertenecen a la familia Equidae. El Equs cabalus tiene 64 cromosomas mientras que Equs asinus tiene sólo 62. Es una curiosidad científica que puedan cruzarse entre sí, pero la mula o el burdégano son realmente animales creados por el hombre ya que en estado natural las especies se ignoran y no se cruzan. Para obtener mulas o burdéganos es necesario entrenar a los progenitores para que acepten copular entre especies...o lograrlos por inseminación artificial. A los burros entrenados para montar yeguas se los llama “burros hechores” y deben ser entrenados desde pequeños. Antes (siglo XIX y hasta mediados del XX) en los grandes haras productoras de mulares se solía quitar el burrito a la madre después de unos días de calostreo y se lo ponía a criar por una yegua nodriza, y se lo mantenía siempre entre yeguas para hacerlo “hechor”. Era común decir que si el burro probaba burra nunca más aceptaba yegua (en realidad no era cierto, el burro hechor solía montar tanto a unas como a otras si era un macho dominante.) Los mulos machos y los burdéganos no castrados suelen ser muy libidinosos aunque estériles, porque sus testículos producen testosterona a tasas normales. Por eso se castran para el trabajo. Se supone que las primeras mulas ya fueron producidas con el advenimiento de la revolución de la agricultura, en el neolítico superior, tal vez poco después de la domesticación de ambas especies progenitoras. Su producción se mantuvo a lo largo de la historia porque reúnen ventajas de ambas especies lo que los hace muy aptos para el trabajo y la guerra, sobre todo en climas y topografías extremas. Aunque tradicionalmente se han intentado todo tipo de caracterizaciones zootécnicas para distinguir mulas de burdéganos, genéticamente son iguales y, salvo por algún gen ligado al sexo, estadísticamente son iguales. La mula se ha producido en mayor cantidad porque es más fácil combinar burros machos con yeguas hembras que viceversa. Tanto el caballo como el burro tienen un antecesor común, por lo tanto comparten más del 97 de sus genes, y tal vez en estado natural alguna vez se hayan cruzado, pero al ser estéril la cría no pudieron prosperar como una nueva especie. La conducta reproductiva de ambos es bastante diferente. El burro es un animal territorial y el caballo no. En realidad pensamos que son especies que se están diferenciando (alejándose evolutivamente).

martes, 24 de agosto de 2010

QUIMICA DE LOS NUCLEOTIDOS Y ADN


ADN

El ADN es un polímero de nucleótidos, es decir, un polinucleótido. Un polímero es un compuesto formado por muchas unidades simples conectadas entre sí, como si fuera un largo tren formado por vagones. En el ADN, cada vagón es un nucleótido, y cada nucleótido, a su vez, está formado por un azúcar (la desoxirribosa), una base nitrogenada (que puede ser adenina→A, timina→T, citosina→C o guanina→G) y un grupo fosfato que actúa como enganche de cada vagón con el siguiente. Lo que distingue a un vagón (nucleótido) de otro es, entonces, la base nitrogenada, y por ello la secuencia del ADN se especifica nombrando sólo la secuencia de sus bases.

La disposición secuencial de estas cuatro bases a lo largo de la cadena (el ordenamiento de los cuatro tipos de vagones a lo largo de todo el tren) es la que codifica la información genética
Las secuencias de ADN que constituyen la unidad fundamental, física y funcional de la herencia se denominan genes. Cada gen contiene una parte que se transcribe a ARN y otra que se encarga de definir cuándo y dónde deben expresarse. La información contenida en los genes (genética) se emplea para generar ARN y proteínas, que son los componentes básicos de las células, los "ladrillos" que se utilizan para la construcción de los orgánulos celulares, entre otras funciones.
Dentro de las células, el ADN está organizado en estructuras llamadas cromosomas que, durante el ciclo celular, se duplican antes de que la célula se divida.


Los organismos eucariotas (por ejemplo, animales, plantas, y hongos) almacenan la inmensa mayoría de su ADN dentro del núcleo celular y una mínima parte en los elementos celulares llamados mitocondrias, y en los plastos y los Centros Organizadores de Microtúbulos o Centríolos, en caso de tenerlos; los organismos procariotas (bacterias y arqueas) lo almacenan en el citoplasma de la célula, y, por último, los virus ADN lo hacen en el interior de la cápsida de naturaleza proteica.